Y después de mucho cavilar por recuerdos e imaginarnos sin censura,
me salió el alma por los poros exigiendo verte de nuevo.
¿Sabes? Tal y como suena. Hacerle caso sería un disparate;
un "dispárate en la sien" susurrado al oído por el miedo al rechazo.
Entonces lo supe; Sólo me entenderías si subieran los grados,
y pensé en mandarte mensajes en botella pero,
¿Qué hay más etílico que mi piel?
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