miércoles, 1 de agosto de 2012

Delincuente por:

Ser una alocada y vivir cada momento, por dejar de pensar por temporadas y dejarme llevar. Por ser aún un poco nena, inmadura, sin saber lo que es la vida. Por creer en sueños imposibles y tener metas imaginarias. Por no afrontar responsabilidades ni compromisos, tales como el amor. Por creer que la vida puede ser una película con el guión y los actores que tú elijas. Por poner en un altar cosas y personas insignificantes y ser ciega ante los que valen la pena. Por llorar a solas y creer que pasando de los problemas se solucionarán solos. Por pensar que no hay mejor plan para un domingo que estar sola en tu casa viendo la tv, con el ordena, música, pelis para llorar y otras para ponerte a bailar. Por gustarme las cosas que me dan más miedo, y creer que las puedo superar. Por despertarme a primera hora ... de la tarde y aun así pasarme el día echada en el sillón. Por tener continuos cambios de actitud, ojo, que no es lo mismo que ser bipolar .. porque en ese caso sería, por lo menos, tripolar. Por no tener claro mis sentimientos, y confundir cosas. Por saber que no siempre es negro o blanco, que hay un color intermedio y no siempre tiene que ser gris, que el  arcoiris tiene más colores. Por creerme adulta y niñata a la ves. Por tener miedo. Por ser valiente. Por arriesgarme y por estamparme con una pared. Por tropezar con la misma pequeña piedra, y poder esquivar grandes montañas. Por golpear una pared intentando convertirla en una puerta. Por ver demasiado tarde las ventanas que se abrieron. Por odiar tener todo tirado, pero, sin explicación, mi habitación dura recogida dos días. Por cambiar mi estilo de vestir y tener tanta ropa. Por no usar una misma prenda más de 5 veces. Por soñar que habrán amigos sin fecha de caducidad. Por querer estar sola algunas veces cuando verdaderamente lo que deseo es que esa persona esté a mi lado y me abrase. Por no saber explicarme en varias ocasiones y quedarme sin lo que más quiero. Por arrepentirme de no haber tenido los ovarios de hacer aquello que me gustaba. Por tener complejos. Por estar insegura. Por odiar los potajes y aún así no podría vivir sin ellos. Por tener vergüenza y ser una sinvergüenza en otras ocasiones. Por cabrearme con mi familia, aunque sé que los amo y siempre los tendré ahí. Por decir "no cambiaré por nadie" y cada año soy más diferente. Por madurar. Por caerme y obligarme a seguir. Por jurarme a mí misma que todas esas heridas se curarán. Por ver que la vida pasa delante mía sin esperarme y, aun así, rompo los relojes y no pienso en el tiempo, y por querer perder el tiempo contigo.






Así que si, me declaro culpable por ser adolescente y encantada cumpliré mi condena.

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