sábado, 17 de noviembre de 2012

Te echo, pero no de menos.

Siempre he pensado que era una persona fuerte, que sabía distinguir entre lo que merece la pena y lo que no. Estaba convencida de que nunca me dejaría engañar y que siempre superaría todo lo que se me pusiese en mi camino. Pero entonces llegaste tú. Creo que aunque vinieras con instrucciones tampoco te entendería. Supongo que en algún momento te das cuenta de que ya has hecho demasiado por alguien, que dar otro paso más ya es pasarse, que la única decisión que te queda es alejarte, y no es que estés renunciando o que no lo hayas intentado con todas tus fuerzas, es que llegas a entender que ya has sobrepasado la línea, que ya has hecho la idiota durante suficiente tiempo. Puedes creer en el destino y pensar que todo llegará, que tarde o temprano será tuyo, o también puedes pensar que hay cosas que nunca serán tuyas, hagas lo que hagas y por mucho que lo intentes, nunca lo serán. Me considero una persona luchadora y cabezota, de esas que no paran hasta conseguir lo que se proponen, de esas que son fan de la frase "Cueste lo que cueste" porque adoran el peligro que desprenden esas simples palabras. De las que cuando les dicen "nunca lo conseguirás" o "es imposible" tienen un motivo más para intentarlo. Pero en esta ocasión todo es muy diferente, no pienso perder mi tiempo en cosas que no merecen la pena, porque cuando a una persona le importas, se nota, pero cuando no le importas, se nota aún más. Hay momentos en la vida en que una sola decisión, un solo instante, cambia irremediablemente el curso de las cosas. Cuando decides querer a alguien o no quererlo, cuando decides tirar para delante, cuando decides seguir intentándolo, traicionar, mentir, jugar, ocultar, o cruzar la línea... Esa décima de segundo podrá hacer girar todo al lado oscuro o inundarlo de luz... Podrá hacer de ti un héroe, o un criminal... Podrá llevarte al cielo o al infierno, pero siempre te llevará a un lugar desde el cualnunca podrás volver atrás. Y aunque tú siempre serás mi excepción favorita, esa regla que rompí varias veces, esa que negué y eso a lo que dije "nunca más...", tu solito has decidido jugar mal la partida, tu has decidido jugar contra alguien que sabe jugar mucho mejor que tú. Esta vez la frase de "no te das cuenta de lo que tienes hasta que lo pierdes" no va conmigo, porque me he dado cuenta de que en algunos casos no me pierdo nada, son otras personas las que se lo pierden... así que... good bye en inglés, bone voyage en francés, sayonara en japonés, arrivederchi en italiano, adiós en castellano y que te jodan en mi idioma.


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