Cuando eres pequeña la noche te da miedo, porque hay monstruos escondidos debajo de la cama o incluso dentro del ropero. Cuando te haces mayor, los monstruos son diferentes. Falta de confianza, inseguridad, soledad, el desamor... y aunque seas más mayor y más sabio, te sigue dando miedo la noche.
Dormir. Es lo mas fácil que puede hacer. Solo hay que cerrar los ojos. Pero para muchos de nosotros, dormir parece estar fuera de nuestro alcance. Queremos hacerlo, pero no sabemos conseguirlo.
Pero una vez que nos enfrentamos a nuestros demonios, nos enfrentamos a nuestros miedos y nos estregamos a los demás para ayudar. La noche no da tanto miedo porque nos damos cuenta de que no estamos completamente solos en la oscuridad.
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